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Jesús Alonso · PINTURA
Jesús Alonso · PINTURA
Habiendo comenzado su formación en la Facultad de Bellas Artes de San Fernando (Madrid), Jesús Alonso se sustrae al estancamiento estilístico. A lo largo de su trayectoria ha ido cambiando una y otra vez su aproximación tanto a la figura como al paisaje y, especialmente, al sentido mismo de la representación. A medida que sus focos de atención se ampliaban, consumía determinados lenguajes en un proceso que parecía diluir la identidad del artista. Esta cualidad evasiva ha resultado ser una característica de su obra. Aunque sus actuales trabajos tienen la presencia de dibujos, son, en realidad, pinturas llevadas al límite del proceso de desprendimiento, siempre actuando anclado en lo que, de manera difusa, se ha llamado figuración.
«Menuet», el título de la exposición, hace referencia a ese elegante baile de salón que se practicaba en los tiempos del rococó. En las obras que constituyen esta muestra asoma un aire burlesco que en ocasiones deriva en detalles grotescos. La curiosidad original por el rostro se transmuta en ciertas escenas, donde este se evapora para dar lugar a un concierto de aves que cita a Frans Snyders. En otras ocasiones son los pájaros quienes dialogan entre sí o quienes intentan mantener una desconocida conversación con esos seres de rostro deforme.
En el insistente y obstinado trazado de líneas que da cuerpo a este conjunto se filtra la presencia de los antiguos y olvidados grabadores como Antonio Tempesta, así como el gusto por el negro sobre blanco de Robert Crumb.
«Menuet», el título de la exposición, hace referencia a ese elegante baile de salón que se practicaba en los tiempos del rococó. En las obras que constituyen esta muestra asoma un aire burlesco que en ocasiones deriva en detalles grotescos. La curiosidad original por el rostro se transmuta en ciertas escenas, donde este se evapora para dar lugar a un concierto de aves que cita a Frans Snyders. En otras ocasiones son los pájaros quienes dialogan entre sí o quienes intentan mantener una desconocida conversación con esos seres de rostro deforme.
En el insistente y obstinado trazado de líneas que da cuerpo a este conjunto se filtra la presencia de los antiguos y olvidados grabadores como Antonio Tempesta, así como el gusto por el negro sobre blanco de Robert Crumb.
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