NACHO CARRETERO "Gabinete de curiosidades"
del 23 mayo al 30 junio de 2019
EL CUARTO DE MARAVILLAS
de Nacho Carretero
Sostiene el fotógrafo que le fascina el retrato, no tanto el resultado -por lo que será medido-, sino el momento de intimidad con el retratado. Va a la cita con una idea pero quién sabe en qué quedará.
Con las chicas le resulta difícil, se guardan más. Porque ese encuentro en el que el profesional se pertrecha tras la cámara y ordena educadamente los movimientos del modelo es un ejercicio que comienza por la estética, lo visible, y aspira a representar el alma, lo invisible. Así que debe encontrar en pocos minutos el tono, la cadencia y las palabras adecuadas que alfombren la estancia para que el invitado se desnude, abandone su personaje habitual y emerja el que busca el retratista. Porque, no se engañen, cualquier imagen es recreación, elaboración por parte de un par de ojos que seducen a los que finalmente podrán verse en la fotografía. Y esa versión de la efigie es la que el artista, Nacho Carretero, guarda para la colección de su cuarto de maravillas, de su 'Gabinete de Curiosidades'. Esos gabinetes atesoraron los recuerdos exóticos de los viajes que dibujaron los mapas modernos y fueron el precedente de los museos de historia natural. Carretero colecciona personajes con los que traza su geografía de la condición humana y de vez en cuando se recrea en la sinceridad, la vanidad o la vulnerabilidad de unos y de otros. La teatralidad del encuentro se modula con la luz y a ella fía esa capacidad para convertir en único al representando, con un aura a su medida. Así es en ese justo momento, sin embargo, así querría ser siempre, parece decir el autor. Iluminación titilante, frágil y eterna. Ese cartulano personal de la especie lo contrapone el fotógrafo a los saberes dados, a la comedia de Wilder, 'Con faldas y a lo loco', en la que el disfraz es fundamental. Los protagonistas masculinos han de travestirse para salvar sus vidas aunque eso les impida pujar por el amor de la cantante. Bastará con disfrazarse de nuevo. Marilyn Monroe bien vale una tercera o cuarta identidad. ¿Cuántos personajes están dispuestos a ser por su deseo?
Victoria Martín Niño